No esperar demasiado tiempo para lavar y permitir que se ensucie en exceso.
No guardar ropa húmeda, por lavado, lluvia, transpiración o cualquier otro motivo.
Antes de lavar desabrochar botones, vaciar bolsillos, desarremangar y levantar cuellos.
No cargar demasiado el lavarropas y utilizar dentro de lo posible agua fría o casi fría.
En su primer lavado algunas prendas suelen sufrir alguna pequeña descarga de color por lo que es aconsejable lavarla sola. En este sentido es mejor lavar siempre juntas prendas del mismo color.
No dejar nunca prendas en remojo, ni demasiado tiempo en el lavarropas después del lavado.
Cuando decida lavar la ropa no lo haga en etapas, hágalo de una vez hasta terminar. Este cuidado es fundamental cuando la prenda es combinada.
Si utiliza jabones especiales respete al máximo las instrucciones de los mismos, particularmente en lo referente a la cantidad a utilizar y al tiempo de remojo que indican. Cualquier exceso puede arruinar la prenda definitivamente.
Secado
El sol ayuda a blanquear la ropa blanca pero es el peor enemigo de la ropa de color. Por lo tanto es aconsejable no secar la ropa de color al sol y si se lo hace, dar vuelta la prenda dejando para afuera la parte interna de la misma.
Es mejor que el lugar de secado esté aireado. Si se seca en un tendedero interior, procurar que haya corriente de aire.
Las prendas propensas a deformación, deben estirarse al secar para que recuperen su forma. Este tipo de productos no es habitualmente fabricado por esta empresa.
No se debe secar por aire caliente ni por calefacción; particularmente si se trata de prendas de algodón o lana.
Planchado
Planchar con la ropa ligeramente húmeda.
Empezar a planchar con la temperatura más baja a las prendas sintéticas. Luego con una mayor a las de algodón. Si usa plancha a vapor mucho mejor.
Esperar unos minutos para pasar a una temperatura más baja.
No planchar de forma directa sobre las estampas de la prenda. Es conveniente poner un trapo encima o hacerlo con la prenda dada vuelta.